sábado, 28 de julio de 2012

Tras bambalinas

Foto : Carlos Ríos

Pour toi, mon Dragon Bleu.

Acuclillada frente al vacío. Sin embargo, sí había gente que pasaba una y otra vez a dejar sus palabras que en ese momento no cobraban ningun sentido ni siquiera cumplían con su labor que era la de ser reconfortantes.
No distinguía nada más que el lento mover de los labios que iban esbozando una que otra sonrisa de circunstancia. Una sonrisa compasiva, vacía. Las palabras carecían de fuerza. No lo entendían.
Las cortinas insistían en levantarse cuando todo lo que quería era recostarse en la soledad.
Tras bambalinas podía hurgar en cada sentimiento, en el dolor de la pérdida, la incomprensión de lo que había sucedido y ahogarse sin ofrecer al menos lucha para salvar las apariencias. No estaba dispuesta a levantarse. Todavía no.
Una voz, no obstante logró penetrar tras bambalinas y llegar a su corazón. Había luz en su sonrisa y sus palabras no habían sido endulzadas para hacer la realidad menos dolorosa sino que eran crudas y exactamente lo que ella necesitaba escuchar. La voz de la razón.
La voz del amor.
Tendió la mano hacia la voz y la siguió porque sabía que aunque aún estuvieran en la oscuridad pronto habría de surgir aquella lucecita que los llevaría de nuevo por los caminos de flores de mil colores y árboles frondosos hasta llegar al arcoirís.

2 comentarios:

Veronica dijo...

Siempre optimista :)

Un abrazo.

Shanok dijo...

apnea / disnea para remediar el mal del corazón y luz para remediar el mal de la fe y esperanza. Je t'aime