sábado, 15 de noviembre de 2008

Bernardo, el payaso triste

Foto de © Nerea

Siempre te levantas mucho antes de que el día amanezca. El cielo todavía se pinta de ese azul intenso que precede justo el alba, que tus ojos ya han vuelto a la realidad.
Todas las noches Bernardo, tus párpados, pesados como el plomo, se cierran y entonces los pensamientos que te estuvieron asechando todo el día mueren, vencidos por el sueño. Pero, es apenas un respiro. De corta duración. Bruscamente, tan pronto te despiertas, te golpean la mente y vuelven a latir en ti Bernardo. No te abandonan, son fieles aunque tú prefirieras olvidar. Tus cuentos de trapos son parte de ti.
Te sientas frente al espejo que día tras día es el testigo mudo de tu vulnerabilidad. Empiezas entonces tu ritual: tu rostro va despareciendo debajo del maquillaje blanco. El labial rojo y una lágrima, negra, completan la panoplia del payaso triste que llevarás por las calles todo el día.
Tus ojos, la ventana del alma,no obstante, no engañan. Tu mirada, triste, transparente, revela aún con más fuerza la tristeza que te habita que ese payaso triste que te empeñas a llevar por las calles día tras día.

7 comentarios:

La sonrisa de Hiperion dijo...

"Tus ojos, la ventana del alma,no obstante, no engañan. "

Los ojos siempre están abiertos, no hay quien los oculte.
Saludos!

MaLu Nóchez dijo...

Aww, gracias por darte una vueltecita en mi mundo :)! Muy bonito tu mundo mágico tmbn, nos estamos escribiendo ;)!

Saludos

Veronica dijo...

¿Usted quiere engañar a alguien?

Shanok dijo...

Ninita Felicidadesssss
Publicaron tus hermosos CUENTOS;
youppie youppie youppie:::!!!

Anónimo dijo...

Sencillamente hermoso, gracias amiga .

el piano huérfano dijo...

Algo me dice que si eres hechicera....
tu alma tu sonrisa

un beso

Manuel dijo...

Esta historia me recordó al payaso Garrick, que solo sonreía con el maquillaje puesto mientras su mundo "desmaquillado" se hacía pedazos.